un raconet de curiositats

dimecres, 29 de juny del 2011

La hora del baño.


A lo largo de la historia, el ritual del baño significó mucho mas que unos pocos minutos dedicados al aseo personal. Para las civilizaciones antiguas de Egipto, Grecia y Roma, el baño adquiría connotaciones religiosas, que se entrelazaban con el placer, la ostentación de la riqueza (grandes palacios, oro y marfiles), legiones de esclavos y también con la utilización de aceites y esencias aromáticas.
El origen de este hábito no solo estaba ligado a la religión sino también a la medicina.




Los baños egipcios, por ejemplo, se hacían con agua y aceites o ungüentos perfumados, que solo los sacerdotes sabían preparar. Se creía que las recetas y los ingredientes eran saberes transmitidos por el dios Thot, al igual que la química y la escritura. Estos aceites sagrados humectaban y protegían la piel sometida a la sequedad y el calor de un clima riguroso. Las clases sociales más adineradas tenían esclavos dedicados exclusivamente a bañar a sus señores.



En Egipto, las jóvenes doncellas esperaban su baño arrodilladas en una estera de juncos, mientras las esclavas vertían sobre sus cabezas, agua perfumada con mirra, azafrán o canela. Otra esclava cubría sus cuerpos con ungüentos y aceites, y luego les acercaba ramilletes de flores, para que el delicioso perfume completara los efectos revitalizadores del baño. La ceremonia concluía con un desfile de guirnaldas florales, como símbolo de frescura y belleza. Pese a las diferencias de clase, ningún egipcio se privaba de su baño diario. Los menos adinerados, humectaban su piel con aceite de ricino, mezclado con menta y orégano.



Los hebreos, al igual que los egipcios desconocían el jabón. Por eso, en su lugar usaban una arcilla jabonosa con alto contenido de potasio. El problema era que esta sustancia irritaba mucho la piel; con lo cual preferían también los aceites y ungüentos compuestos con aloe, canela, nardo, azafrán o mirra. La costumbre de ese momento era guardarlos en cajitas de alabastro o marfil, las cuales eran denominadas poéticamente como "La cajita del alma".



Muchos griegos odiaban los baños, pues los creían símbolo de debilidad y consideraban que este tipo de hábito disimulaba el olor fuerte del atleta. Sin embargo, no todos los griegos compartían esta opinión. Los más ricos tenían en sus casas recipientes cincelados, llenos de agua para bañarse. Además, en todos los cruces de caminos había una pila de mármol con agua para que los más humildes también pudieran bañarse.



El baño también confería prestigio. Todo banquete griego que se preciara de ser lujoso, incluía una sesión de baño para los invitados. En el salón destinado para dicho fin se los lavaba y untaba con aceites de nardo, rosas, almendras y azafrán. En las mesas, se colocaban jarras de oro y alabastro llenas de agua aromatizada con la que los esclavos perfumaban luego a los comensales. Los más excéntricos soltaban palomas empapadas con perfumes, que salpicaban a los invitados desde las alturas.


Pese a todas las ocurrencias antes citadas, en lujo y excentricidades nadie les gana a los romanos. Nerón fue famoso por sus extravagancias. Las paredes de su palacio estaban provistas de láminas de marfil que despedían flores y esencias sobre los asistentes más desprevenidos.


Los romanos acudían también a imponentes baños públicos. Eran verdaderos palacios donde podían bañarse hasta 2.500 personas. Los bañistas que ingresaban a estos "templos del aseo" confiaban sus túnicas al guardarropas o capsarii. Luego pasaban al "frigidarium", donde se bañaban con agua fría, y después al "tepidarium" de agua tibia. Luego los esperaba el "caldarium'', una especie de sauna que provocaba abundante transpiración. Más tarde, unos servidores, los "strigile" se dedicaban a limpiar a los concurrentes el sudor y depilarlos. Acto seguido, los "tractatores" o masajistas distendían los músculos de sus clientes para luego dar paso a los "unctores", quienes los untaban con aceites perfumados. 



Finalmente, el romano se cubría con su manto bien caliente y se frotaba la frente con un pañuelo de lino, para quitar los excedentes de estas sustancias. Era muy común utilizar el "susinun", un ungüento preparado a base de cañas aromáticas, miel, canela, azafrán y mirra.






Otra costumbre romana muy popular era lavarse el cuerpo con tierras grasas aromáticas. Esta especie de jabón romano, sin embargo tenía una finalidad muy específica: estaba hecho a base de sebo de cabra y cenizas de haya, y se usaba solo para teñirse los cabellos de rubio.


Pues nada, en breve me doy un baño...



dimarts, 28 de juny del 2011

Luces modernistas.



En 1968 Manuel García Martín se enamoró de las farolas de Barcelona, y como si estuvieran condenadas a desaparecer en una semana, las dibujó y almacenó en un museo de tinta y papel. Hasta 1976 los dibujos aguardaron bajo un dedo de polvo la llegada de alguien que se decidiera a dar a conocer esta parte de la historia de Barcelona. Y el mecenas llegó, la empresa catalana "Catalana de Gas" arranca a la ciudad el arte de la calle en diez libros con ilustraciones de estatuas, vidrieras, portales modernistas, edificios singulares y comercios con carisma.
Aquí dejo una pequeña muestra de las luces de portales modernistas que dibujó.












dilluns, 27 de juny del 2011

Moscas.


* Mosca: insecto volador.
Seguramente, las moscas han seguido al hombre desde la prehistoria y son, por tanto, unos de los insectos más arraigados en el imaginario popular.










pues sí...

dimarts, 21 de juny del 2011

Mercados de Barcelona.

Desde la época romana, la actividad comercial en Barcelona ha sido intensa y el intercambio de productos en el ámbito del mercado ha jugado un papel destacado. Barcelona cuenta con una red de mercados distribuidos de tal manera que cada barrio tiene uno cercano. Aquí dejo una pequeña muestra del total de 39 mercados alimentarios.


Muchos de sus edificios son destacadas joyas arquitectónicas:


 Mercado de Sant Antoni

Obra de estilo modernista del arquitecto Antoni Rovira i Trias. Fué inaugurado en el año 1882 y su originalidad radica en su planta de cruz coronado por una cúpula octogonal de 28 metros de altura.

Mercat de Sant Antoni
foto Mercado Sant Antoni: ADOLFO FERNÁNDEZ.

web Adolfo Fernandez


foto cúpula mercado Sant Antoni: ADOLFO FERNÁNDEZ.

web Adolfo Fernandez


Destacan los materiales de cerámica valenciana que embellecen las paredes interiores del mercado. Situado en el barrio del Eixample, muy cerca de antigua Porta de Sant Antoni, una de las vías de acceso a la ciudad y antigua vía romana por la que llegaban reyes y personajes ilustres.

 El Mercat Dominical de Sant Antoni es una feria especializada en un determinado tipo de productos culturales. Sólo se permite la venta en soporte papel, magnético o videojuegos.
Recuerdo algunos domingos de mi infancia comprando los cromos que me faltaban para completar el album de La Guerra de las Galaxias, Marco o Heidi, esos que te regalaban a la salida del colegio por aquél entonces...
Se trata de la feria de estas características más grande del mundo; este mercado configura una oferta única en la ciudad y es visitado cada domingo por más de 5.000 personas.





Ahora el mercado se encuentra en proceso de remodelación. El proyecto incluye la recuperación como espacio público de los cuatro patios de uno de los mercados más emblemáticos de la ciudad, que actualmente se utilizan como almacenes y espacios de carga y descarga, y que se convertirán en nuevas plazas para los vecinos y vecinas del barrio.


Mercado de la Abaceria Central

Tengo un especial cariño a este mercado porque siempre que podía acompañaba a mi abuela a hacer la compra. Es un mercado centenario creado a partir de un mercado al aire libre en la Plaza de la Revolución, en la Vila de Gràcia, a escasos metros del lugar que ocupa ahora.
Se contruyó en el año 1892 gracias a la decisión de un industrial llamado Puig Martí, aunque posteriormente pasó a manos municipales. Inaugurado con el nombre de Santa Isabel, durante un tiempo coexistió con el mercado al aire libre.
Está formado por tres naves, una nave de grandes proporciones con un cuerpo central y dos laterales, destaca también por sus tejados ovalados y estrucutura metálica con cierre de obra vista. Tiene una superficie comercial de 1.572 m2.


Mercado de la Estrella
La Estrella se construyó en 1957 en Gràcia. Este mercado lo frecuentaba con mi madre, a parte de ir de compras, cada Navidad entregaba mi carta a sus majestades los Reyes Magos.
Su estructura y cierre es de hormigón, y está adosado a otro edificio, con superficie comercial de 652 m2, recuerdo un desnivel interior con una enorme rampa por la que cualquier niño siente el deseo irrefrenable de deslizarse. Sigo yendo a este mercado de vez en cuando a comprar pescado fresco, la rampa ni mirarla, ahora uso la escalera!


Mercado de Santa Caterina
En el lugar que hoy ocupa el mercado estaban la iglesia y el convento de Santa Caterina, de la orden Dominicana o de los Predicadores. El convento y la iglesia de Santa Caterina fueron destruidos durante la quema de conventos del 25 de julio de 1835, y la municipalidad aprovechó el espacio que había dejado libre para construir un mercado. Las obras se empezaron en el 1844,  la finalidad de éste era acercar los alimentos a los civiles de las clases sociales populares durante los años de la posguerra. En el 1848 tuvo lugar la inauguración de la cubierta de hierro y el cierre perimetral, hecho que lo convirtió en el primer mercado cubierto de la ciudad.


A lo largo de los años ha sufrido distintas reformas y el hallazgo de los restos arqueológicos del antiguo convento retrasaron la fecha de apertura del 2001 al 2005. Con nuevo techo singular hecho de azulejos de colores al estilo de un mosaico, los cuales representan frutas y verduras, de forma ondulada. Esta nueva cubierta es metálica está ligeramente inclinada hacia para que el agua de la lluvia desagüe en este sentido, fue diseñada por los arquitectos Enric Miralles y Bendetta Tagliabue. Entre la cubierta y la fachada hay unos paneles de madera que permiten el paso del aire y facilitan la ventilación natural del mercado.

También el aparcamiento subterráneo que se construyó aprovechando las últimas rehabilitaciones del espacio y conserva el espíritu del antiguo convento gótico ya que se han decorado las paredes con pinturas que rinden homenaje a éste.
  El mercado de Santa Caterina se encuentra en Ciutat Vella, en el barrio de la Ribera, y próximo a la Catedral de Barcelona.
     Tiene una superficie de 2.176 m²




La Boqueria

Es el mercado más grande de Cataluña, situado en la Rambla de Barcelona, originariamente estaba al aire libre frente la puerta de la antigua ciudad donde vendedores ambulantes y labradores de los pueblos y masías próximas se instalaban con el fin de vender sus productos, antes de que la ciudad se saliera de sus primeras murallas. Este mercado se hacía fuera de las murallas de la ciudad por ahorrar el impuesto de entrada de mercancías.
La reubicación y consolidación del mercado es en el año 1836 cuando se traslada al mismo lugar que había el Convent de Sant Josep que quedó destruído por un incendio, en la Rambla de Barcelona. El proyecto inicial contemplaba un mercado sin estructura física en el techo, y la ubicación de la pescadería en la parte posterior del Palau de la Virreina.  La cubierta metálica actual se inauguró en 1914, diseño del ingeniero Miquel de Bergue.
Tiene una superficie de 2583 m² con más 300 puestos ofreciendo una gran variedad de productos frescos locales y exóticos.